Iglesia Evangélica Bautista de Ramos Mejía

CONOCENOS

DECLARACIÓN DE FE

Creemos en un solo Dios, eterno y verdadero, que se revela como Padre, Hijo y Espíritu Santo, y que creó y gobierna el universo con amor y el deseo de salvarnos. Jesús vino a la tierra para redimirnos a través de su muerte y resurrección, y el Espíritu Santo nos guía y transforma. La Biblia es nuestra guía para vivir según la voluntad de Dios, y por su gracia somos restaurados, regenerados y santificados a través de la fe en Cristo.

Creemos en el Reino de Dios, donde Él reina soberanamente sobre aquellos que lo aceptan como Rey, y los cristianos trabajamos y oramos para que Su voluntad se haga en la tierra. La iglesia es el cuerpo de Cristo, un lugar de adoración, enseñanza y evangelización. Todos los cristianos tienen el llamado de vivir conforme a su fe, buscando justicia, amando y sirviendo a los demás, y promoviendo el bien común. Vivimos en una comunidad de apoyo mutuo, buscando siempre la reconciliación, el perdón y la transformación de la sociedad según los principios cristianos. Creemos en la libertad religiosa, donde cada persona puede responder a Dios sin imposiciones, y confiamos en que Cristo regresará para juzgar a los vivos y los muertos, llevando a los justos a la eternidad y separando a los impíos para su castigo.

Propósito

El propósito que nos mueve es claro y profundo: glorificar a Dios en todo lo que hacemos. Cada paso que damos, cada palabra que pronunciamos, cada acción que tomamos, tiene como fin hacer que Su nombre sea exaltado y reconocido en nuestras vidas.

Visión

Queremos ser una comunidad llena de personas transformadas por el poder de Dios. Personas que, al vivir esa transformación, no solo forman una iglesia sólida y llena de fe, sino que llevan ese poder divino a todos los rincones. Nuestra visión es ser un reflejo vivo de esa transformación, un lugar donde cada corazón es tocado por el poder de Dios, y juntos soñamos con ver a toda una comunidad renovada, restaurada y llena de esperanza.

Misión

Nuestra misión es simple, pero poderosa: ser discípulos que, con amor y dedicación, hacen más discípulos. Queremos compartir lo que hemos recibido, multiplicar la fe, y ver cómo esta cadena de transformación continúa expandiéndose, llevando la luz de Dios a más y más personas.

"Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él."

Juan 3: 16 y 17
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